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El pa amb oli mallorquín es la esencia del Mediterráneo. Al igual que el pa amb tomaquet catalán y el andaluz pan con aceite, el pa amb oli nos devuelve a nuestro pasado agrícola, un pasado no tan lejano en el espacio ni el tiempo en el que se comía lo que daba la tierra.

Al ser algo tan característico de Mallorca, no hay una única manera de preparar el pa amb oli: pan tostado o sin tostar, con un ajo restregado o no, el tomate en trozos o untado… Lo que sí que es impepinable es que el pan debe ser payés y los tomates de ramallet, una variedad autóctona hecha a las condiciones de la isla y que se caracterizan por el largo tiempo que llegan a durar. Sin embargo, es muy difícil encontrar estos tomates fuera de Mallorca, así que creo que se podrían sustituir por tomates pera o tomates de rama normales y corrientes.

Otra cosa buena del pa amb oli son los acompañamientos que lleva. No estamos hablando de unas tostadas de pan con AOVE y tomate. Estamos hablando de un universo de posibilidades en el que podemos encontrar desde versiones clásicas con jamón serrano y queso de Mahón a otras más elaboradas, como la que probé en Can Lluc, con pinchos morunos, queso con bacon, cebolla a la plancha y pimientos de piquillo.

Como colofón, no puede haber un pa amb oli que se precie de tal nombre si no se remata el plato con aceitunas verdes, negras estilo pasa (en Mallorca, de la variedad empeltre), guindillas e hinojo marino (opcional).

Pa amb oli mallorquín

Ingredientes (2 personas):

2 rebanadas de pan payés. 1 tomate pera maduro. aceite de oliva virgen extra jamón serrano. queso semicurado. 1 diente de ajo. aceitunas verdes. aceitunas negras de Aragón. guindillas verdes.

Preparación:

Tostamos el pan hasta que quede bien morenito y crujiente. Dependiendo de lo que nos guste, untamos con el diente de ajo una o las dos caras de las tostadas. Le echamos al pan un chorro de buen aceite de oliva virgen extra y restregamos el tomate. Sobre una de las rebanadas colocamos el jamón serrano y sobre la otra, el queso. Disponemos las tostadas sobre el plato y las acompañamos de aceitunas verdes, aceitunas negras de Aragón y unas cuantas guindillas. Elige una buena compañía y disfruta con toda la tranquilidad de tu pa amb oli mallorquín.

Muy recomendable es tomarlo con una copa muy fresquita de Malvasía, un vino blanco de Mallorca. Pero si no lo encuentras, cualquier otro blanco te valdrá.

Si esta receta te ha gustado, no dudes en echarle un vistazo a todas las demás que ya hemos publicado pinchando aquí. Y aquí, más info para saber cómo hacer un pa amb oli lo más auténtico posible.